Brutalia

Si estás buscando la cena perfecta para una cita en casa, apunta este nombre porque Brutalia no falla jamás. Pidas lo que pidas, llega calentito, en su punto, con raciones contundentes y un gran sabor.

Fettuccine al Ragú Bianco (Boloñesa). Un plato que huele a cocina italiana de verdad: sofrito de AOVE con verduras, carne de ternera y cerdo de proximidad, vino blanco y un fuego lento que hace magia. Es una boloñesa suavísima, delicada, reconfortante. No necesitas más para ser feliz.

La Brutalia. La estrella. Sofrito con guindilla y sobrasada, butifarra italiana, tomates pelati y una carbo crema de pecorino y parmigiano que es puro vicio. Todo rematado con un toque de miel que lo equilibra y lo vuelve adictivo. Para mí, la ganadora absoluta.

Rigatoni alla Carbonara. La clásica carbonara romana hecha como debe ser: yema de huevo campero, pecorino, parmigiano, guanciale crujiente y buena pimienta negra. Llega perfecta, cremosa, contundente y con un sabor de los que no se olvidan. Un clásico que siempre funciona.

Supplí Cacio e Pepe. Una croqueta frita de risotto que es pura fantasía: crujiente por fuera, cremosa por dentro, con ese toque potente de pecorino romano y pimienta negra. Y cuando la abres… corazón de mozzarella fundida que te abraza el alma. Empieza bien y ya sabes que la noche pinta increíble.

Tiramisù de Pan di Stelle. Un tiramisú cremoso y casero, hecho con las míticas galletas Pan di Stelle, coronado con cacao. Es dulce pero equilibrado, suave pero con carácter… un final perfecto para cerrar la comida con una sonrisa de “¿pedimos otro?”.

Si quieres una comida que se sienta especial, calentita, bien hecha, abundante y deliciosa, Brutalia es una apuesta segura. De verdad: ideal para una velada romántica… o simplemente para darte un homenaje como Dios manda.