El olvido
Fuimos a El Olvido, del grupo La Misión (de esos que llevan toda la vida en Madrid), para celebrar el Día de la Hamburguesa y no pudimos haber elegido mejor.
El grupo La Misión nació en 1989 en Madrid, cuando Elena Alcázar, madre de Carlos Galán, adquirió un local en Arturo Soria y lo convirtió en un restaurante pionero en la ciudad. Desde entonces, la familia Galán ha expandido su presencia tanto en Madrid como en Miami.
El sitio es amplio y cómodo, ideal para comidas en grupo. Además, tienen una terraza enorme perfecta para disfrutar las noches de verano que ya se vienen. El ambiente es tranquilo, bien cuidado y el servicio fue estupendo, atentos en todo momento.
Una de las cosas que más valoramos es su concepto de menú, en el que por un precio muy competitivo tienes entrante + principal. En una ciudad como Madrid, donde cada vez es más difícil encontrar buena relación calidad-precio, esto se agradece muchísimo.
En Madrid, además de El Olvido, cuentan con La Misión, El Recuerdo y Parole, inaugurado recientemente con pizzas del chef Renato Viola.
En Miami, el grupo tiene dos locales destacados en el distrito financiero de Brickell: Dolores but you can call me Lolita y Crazy about you.
El grupo es reconocido por su enfoque familiar y su capacidad para adaptar conceptos gastronómicos a diferentes mercados.
- Conjunto: 3,5/5
- Precio/ calidad: 4,5/5
- Calidad/ producto: 3/5
- Lugar/ decoración: 4/5
- Servicio: 4,5/5
Pedimos la hamburguesa "Cojonuda", y el nombre le hace justicia: carne de vaca gallega, bacón de pata negra, queso cheddar y cebolla caramelizada. Jugosa, sabrosa y perfectamente montada. Podría competir sin problemas con cualquier hamburguesería especializada. Una auténtica sorpresa en un restaurante más tradicional.
Chistorra: un clásico de la casa que siempre ponen de aperitivo. Un detalle que se agradece y le suma muchos puntos.
Carpaccio de solomillo con mostaza a la antigua y láminas de parmesano: fino, bien aliñado y con ingredientes de calidad.
Smash burger: también muy rica, pero si hay que elegir, nos quedamos con la tradicional, la calidad de la carne era otra liga.
Gazpacho: lo tienen todo el año (sí, incluso en invierno), y es una maravilla. Refrescante, sabroso y equilibrado.
Tiramisú: muy bueno, cremoso y bien equilibrado.
Tarta de queso: correcta, pero en Madrid hay tanto nivel con este postre que si no es espectacular, pasa un poco desapercibida.
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