El cortijo de Ramiro

Descubrir El Cortijo de Ramiro ha sido como tropezar con un pequeño secreto bien guardado en el corazón de Guadalmina. Este cortijo, discreto y encantador, es el escenario perfecto para esas cenas de verano que no quieres que terminen nunca. Un lugar con alma, con ese encanto andaluz que te abraza nada más cruzar la puerta.

La cocina tradicional española, esa que tanto echamos de menos entre tanta fusión moderna, aquí resplandece con autenticidad y sabor. Platos de toda la vida, preparados con mimo, respeto por el producto y un punto de maestría que los eleva sin perder su esencia.

Y qué decir del servicio: cercano, profesional, siempre atento y con una sonrisa. Gente que sabe lo que hace y que te recomienda como si te conocieran de toda la vida.

- Conjunto: 5/5

- Precio/ calidad: 4,5/5

- Calidad/ producto: 5/5

- Lugar/ decoración: 5/5

- Servicio: 5,/5

Foie fresco al Oporto con uvas: Cuando el producto es excelente, como aquí, no hace falta mucho más. Sublime.


Lenguado grillé (o meunière) con patatas panadera: De chuparse los dedos. El pescado perfecto y las patatas… para llorar de lo buenas que estaban.




Aperitivos: Gazpacho, aceitunas y crudités. Un arranque fresco y delicioso.

Pisco sour: ¡De los buenos! Equilibrado, bien hecho, y con ese punto justo que abre el apetito.


Ensalada de burrata: Riquísima. Fresca, ligera, perfecta para empezar. 


Steak tartar preparado en mesa: Un espectáculo. Lo preparan con arte y mimo. Sabor impecable.

Solomillo de ternera grillé: Jugoso, sabrosísimo. Un 10.


Chipirones al grill con salsa fría de ajo y aceite: Producto de calidad, cocinado con técnica. Brillantes.


Frutos rojos flambeados: Hacía tiempo que un postre no sorprendía así. Deliciosos.

Postres de la casa: Todos TOP. Caseros, generosos y con sabor a hogar. 


Fotos del lugar:








Comentarios

Entradas populares