Sa Llagosta

Si hay un lugar que representa la esencia de la gastronomía menorquina y el placer de cenar junto al mar en una noche de verano, ese es sin duda Sa Llagosta. Situado en el encantador puerto de Fornells, este restaurante no solo sirve una de las mejores calderetas de langosta que he probado jamás, sino que ha logrado algo aún más difícil: hacerme sentir como en casa desde el primer momento.

El servicio es absolutamente encantador. Simpatiquísimos, atentos sin agobiar, con una sonrisa siempre a punto y ese toque auténtico que solo se encuentra en lugares que trabajan con amor. Da gusto cuando te atienden así, porque no solo vas a comer bien, vas a vivir una experiencia.

Y qué decir de la terraza... cenar frente al puerto, con la brisa marina y el cielo estrellado, es una delicia que se graba en la memoria. Hay pocos placeres comparables a saborear una caldereta de langosta en ese entorno.

Desde luego, Sa Llagosta se ha convertido en parada obligatoria cada vez que vuelva a Menorca. Hay sitios que se quedan contigo, que no solo conquistan el paladar, sino también el corazón. Y este es, sin duda, uno de ellos.  

- Conjunto: 5/5
- Precio/ calidad: 5/5
- Calidad/ producto: 5/5
- Lugar/ decoración: 5/5
- Servicio: 5/5



La caldereta de langosta es un must, una auténtica joya culinaria. La pedimos sin pensarlo dos veces y cumplió con creces las expectativas: sabrosa, bien equilibrada, y con ese sabor a mar que solo se consigue cuando el producto es de primera. 



La langosta picante fue, sin duda, una de las grandes sorpresas de la noche. Jugosísima, enorme y llena de sabor, con una carne tierna que se deshacía en la boca. El toque picante, perfectamente medido, no tapaba el sabor del mar, sino que lo realzaba y le daba un punto atrevido y delicioso. Un plato que no solo se disfruta, sino que se recuerda.






Comentarios

Entradas populares