El Bohío (Illescas)
El Bohío es un nombre que viene desde 1934, antes de la Guerra Civil, una casa de comidas modesta donde no faltaba un jamón con un vino de la tierra. Allí, en un restaurante de carretera de los de siempre, se fraguó la historia de Pepe Rodríguez, uno de los cocineros más televisivos del momento gracias al programa Masterchef.
Desde 1971 hasta ahora El Bohío ha estado abierto sin cesar. Pepe lleva ahí desde que tenía tres años ya que su madre era cocinera y su padre se encargaba de la sala.
Ostenta el reconocimiento de una estrella Michelín desde 1999, mejor cocinero del año en 2010 y Premio Nacional de Gastronomía ese mismo año.
Ante todo, El Bohío es un restaurante en constante transformación y que a primera vista puede dar sensación de sobriedad pero es un restaurante muy cómodo para pegarte un buen homenaje y dejar que pasen las horas mientras disfrutas.
Desde 1971 hasta ahora El Bohío ha estado abierto sin cesar. Pepe lleva ahí desde que tenía tres años ya que su madre era cocinera y su padre se encargaba de la sala.
Ostenta el reconocimiento de una estrella Michelín desde 1999, mejor cocinero del año en 2010 y Premio Nacional de Gastronomía ese mismo año.
Ante todo, El Bohío es un restaurante en constante transformación y que a primera vista puede dar sensación de sobriedad pero es un restaurante muy cómodo para pegarte un buen homenaje y dejar que pasen las horas mientras disfrutas.
Hoy en día la cocina de Pepe ha evolucionado de la tradición de aquel mesón familiar de carretera, siempre recordando aquello que aprendió en casa pero aligerado, muy puesto al día, con toda la vanguardia que uno pueda buscar en un restaurante con estrella Michelín pero con sabor a Castilla-La Mancha.
En el momento del café Pepe sale de la cocina, porque no olvida que la relación con sus clientes es parte de su sello de identidad.
- Conjunto: 5/5
- Precio/ calidad: 5/5
- Calidad/ producto: 5/5
- Lugar/ decoración: 5/5
- Servicio: 5/5
Lentejas con butifarra y croqueta de jamón. Es de mis top del restaurante porque es un 10 redondo.
Croqueta de jamón. Un espectáculo esta croqueta.
Pichón relleno, ajopringue y tarta sacher de pichón. Me tomaría 4 más.
Ensalada de conejo de monte, mostaza y membrillo. Algo de verde para bajar un poco y con esta ensalada no me importa.
Mantequilla que nos dan antes de empezar el homenaje.
Callos. Es un plato extra que puedes pedir y menos mal que lo pedimos porque no os podéis ir de ahí sin probarlo.
Tartar de quisquilla, patata, yema curada y sopa de pimentón. El mejor plato del menú.
Ropa vieja, jugo reducido de cocido y tomate natural. Un plato de los de toda la vida que me alucinó.
Cabrito asado, pesto rojo, aceituna y cebolla. Me encantó.
Fruta de la pasión, litchis y rosas. Llegamos al momento dulce y estupendo.
Flan de vainilla, regaliz y leche quemada. El último pase por todo lo alto.
Postrecitos con el café que son una maravilla.
Buen vino que acompañó toda la comida.
Fotos del lugar:
Comentarios
Publicar un comentario