Olea Comedor
Fuera del casco histórico de Cuenca se encuentra este restaurante donde se come de escándalo a un precio estupendo.
Juegan con los productos y consiguen unos platos estupendos y distintos que seguro que os encantarán.
La decoración es lo que les falla pero la carta de vinos, la variedad de platos y el servicio son muy buenos.
- Conjunto: 4/5
- Precio/ calidad: 4,5/5
- Calidad producto: 4/5
- Lugar/ decoración: 2,5/5
- Servicio: 3,5/5
Tomate, sardina ahumada, huevas de trucha y ajoverde. Un clásico del restaurante que no falla y está también para chuparse los dedos.
Aperitivo de la casa. Un chupito de sandía para ir abriendo boca.
Juegan con los productos y consiguen unos platos estupendos y distintos que seguro que os encantarán.
La decoración es lo que les falla pero la carta de vinos, la variedad de platos y el servicio son muy buenos.
- Conjunto: 4/5
- Precio/ calidad: 4,5/5
- Calidad producto: 4/5
- Lugar/ decoración: 2,5/5
- Servicio: 3,5/5
Calamar, fresas y kimchiee. Un fuera de carta que nos encantó porque el calamar estaba en su punto y la salsa kimchiee con el calamar y la fresa casaba de 10.
Tomate, sardina ahumada, huevas de trucha y ajoverde. Un clásico del restaurante que no falla y está también para chuparse los dedos.
Bonito, aguacate, mandarina, maracuyá y huevas. El bonito estaba súper bueno y fresquito perfecto para compartir pero me lo habría comido yo sola.
Steak tartar y foie rallado. Mi plato estrella de la noche. Soy máxima fan del steak tarta y aunque no llega al de Zalacaín, estaba buenísimo y el toque de foie siempre es bien.
Papada, salsa cantonesa y pepino encurtido. Muy rica y, para ser lo que era, no llegaba a ser demasiado pesado pero claro, todo lo opuesto al bonito COMO ES OBVIO.
Fotos del lugar:
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