Solidere

El Solidere es desde 2013 un referente en la cocina libanesa en Madrid donde conservan el espíritu mediterráneo de Beirut.

Era la primera vez que iba a un libanés y me ha sorprendido gratamente por ser una comida bastante fresca y nada pesada con una variedad de contrastes y sabores que me ha encantado.

Además, tienen cervezas y vinos libaneses, ambos muy suaves y aptos para todos los gustos, por lo que puedes tener una comida 100% libanesa en todos los sentidos.

Es un restaurante bastante conocido en Madrid y esto es gracias al cariño y a la dedicación que los chefs ponen a la cocina.

Os recomiendo que vayáis para probar esta comida tan distinta porque no os va a defraudar.

- Conjunto: 4/5
- Precio/ calidad: 4/5
- Calidad/ producto: 3,5/5
- Lugar/ decoración: 4/5
- Servicio: 4/5 

Muhammara. Crema de pimientos rojos, nueces, jugo de granada y tomate aderezado con aceite de oliva.
Hommos. Crema de garbanzos con salsa de sésamo, un toque de limón y aderezada con aceite de oliva virgen extra.
Muttabal. Crema de berenjenas ahumadas con yogur cremoso natural, un toque de salsa de sésamo y cubierta de granadas.
Fattush. Lechuga con tomate, pimientas, rábanos, cebolla, hierbabuena y crujiente de pan aderezado con “summac”.
LABNE. Crema de Yogur natural del chef con hierbabuena fresca aderezado con aceite de oliva virgen extra.
Todas las salsas y la ensalada estaban buenísimas, pero mi top fue la Muttabal y la Muhammara.






Sambusak bil-jibne. Triángulos de hojaldre rellenos de queso y hierbabuena.

Falafel. Croquetaa caseras vegetables a base de garbanzos y perejil con salsa tahine.

Croquetas rellenas de carne picada y piñones.

De estos tres y por orden de preferencia, primero la croqueta de carne, después el Sambusak bil-jibne y por último el falfael. Pero también todo riquísimo.





Uzzi de cordero con hojaldre. Masa de hojaldre horneada rellena de arroz, cordero, almendras y pasas acompañado de salsa de yogurt. Mi plato favorito. Era súper distinto y buenísimo. Os lo recomiendo al 100%.



Lahem meshwi. Brocheta de solomillo de cordero al carbón acompañado de verduras y patata asada presentado sobre pan de pita. La carne de este plato era impresionante. Pero en conjunto me quedo con el anterior por ser más distinto.



El té moruno para acompañar los postres entraba de escándalo para bajar toda la cantidad de comida.


BAKLAVA. Milhojas de pasta filo rellenas de nueces molidas y sirope.


ATAYEF DE QUESO. Tortitas libanesas rellenas de queso y pistacho, pasadas por almíbar y agua de azahar. El postré que más nos gustó.


OTHMALIEH. Masa de fideos horneados con crema de leche libanesa.


Fotos del lugar:











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