Lobito de Mar
Tuvimos el privilegio de disfrutar de una experiencia culinaria "Lobito Fresco" extraordinaria en Lobito de Mar Marbella, el aclamado restaurante de Dani García que combina la tradición marinera con un enfoque moderno y sofisticado.
Desde el primer plato hasta el postre, todo fue sencillamente espectacular. Cada bocado fue una delicia, servido con un ritmo perfecto y acompañado de una atención impecable por parte del equipo de sala.
Pero lo que realmente convierte esta experiencia en algo inolvidable es el conjunto: el entorno, el servicio, y por supuesto, la comida.
El restaurante es sencillamente espectacular. Desde que cruzas la puerta, te envuelve una atmósfera cálida y elegante, con una decoración que mezcla lo mediterráneo con toques contemporáneos. Cada rincón está pensado para que te sientas cómodo y a gusto, tanto si vas en pareja como en grupo. Las mesas están bien espaciadas, la acústica permite conversar con tranquilidad, y el conjunto transmite una sensación de frescura que hace honor a su carta marinera.
El restaurante es sencillamente espectacular. Desde que cruzas la puerta, te envuelve una atmósfera cálida y elegante, con una decoración que mezcla lo mediterráneo con toques contemporáneos. Cada rincón está pensado para que te sientas cómodo y a gusto, tanto si vas en pareja como en grupo. Las mesas están bien espaciadas, la acústica permite conversar con tranquilidad, y el conjunto transmite una sensación de frescura que hace honor a su carta marinera.
- Conjunto: 4,5/5
- Precio/ calidad: 4/5
- Calidad/ producto: 5/5
- Lugar/ decoración: 5/5
- Servicio: 5/5
Almejas gallegas a la brasa. Un plato lleno de sabor a mar. Las almejas estaban fresquísimas, perfectamente cocinadas y con una salsa que invitaba a mojar pan. Puro Mediterráneo en cada cucharada.
Carpaccio de chuletón de atún con huevos fritos al ajillo. Una combinación original y sabrosísima. El atún, cortado finísimo y de calidad excelente, se fusionaba con el ajo sutil y las huevas, que aportaban un contraste de textura y un toque salino delicioso.
Calamares fritos. Crujientes por fuera, tiernos por dentro, sin exceso de rebozado. Un clásico que aquí se ejecuta con maestría. Acompañados con un alioli suave o unas gotas de limón, son puro disfrute.
6. Gambas de cristal fritas. Pequeñas joyas crujientes, ligeras y muy sabrosas. Perfectas para picar, con ese crujido adictivo y un sabor limpio y delicado. Un imprescindible si visitas Lobito de Mar.
Happy Hippo. Un postre divertido, creativo y delicioso. Inspirado en el famoso dulce, combina texturas crujientes con una crema suave de avellana y chocolate blanco. Goloso sin empalagar, ideal para los más golosos.
Tarta de queso fresco. Simplemente espectacular. Cremosa, con el punto justo entre dulce y salado, y una base crujiente que equilibra todo el conjunto. Una de esas tartas que justifican por sí solas la visita.
Dos carajillos que los clavaron al estilo mexicano.
- Conchas finas a la parrilla. Tenéis que pedirlas, un must.
-Tartar duo de atún. Ventresca y descargamento. Riquísimo.
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