La Revuelta
Se encuentra en el barrio del Palo, un barrio de tradición marinera donde los platos estrella son los productos de mar. Este restaurante lleva más de 5 años abierto y le han acogido bien en el barrio, cosa muy positiva para no tener que ir siempre al centro histórico para poder comer bien.
No tengo mucho que decir de la decoración… un poco cutre pero porque es un pequeño local que tampoco le han querido meter mucha mano de obra.El servicio fue educado, atento y recomiendan bien, tanto las cantidades como los platos que pedir.
La relación calidad-precio es muy buena. El hecho de no encontrarse en pleno bullicio ha hecho que únicamente se pague por el producto que ofrecen y no por el alquiler del local, convirtiéndose así en un lugar donde puedes comer platos con elaboraciones complejas a un precio más que asequible.
Sus viajes por Asia son los que han hecho que el chef aporte ese toque Nikkei a sus platos. Una ventaja de este sitio es que la carta la van cambiando cada poco tiempo, evolucionando constantemente, pero, aparte de esto, tenéis que preguntar obligatoriamente por los fuera de carta.
Tip: estad atentos a su cuenta La Revuelta porque los últimos jueves de cada mes celebran las llamadas “noches clandestinas”: cenas compuestas por un menú de una decena de pases.
- Conjunto: 3/5
- Precio/ calidad: 4/5
- Calidad/ producto: 3,5/5
- Lugar/ decoración: 2,5/5
- Servicio: 3/5
Erizo con parmesano y bechamel. Muy bueno pero el erizo apenas se apreciaba.
Judiones. Lo mejor de la comida. Estaban buenísimas.
Sanguchito Amazónico de cabezal de cerdo deshilachado y caramelizado. Este estaba muchísimo más rico que el anterior. Compartir entre varios porque son grandes para ir a picotear.
Maki en tempura de marisco con mahonesa de habanero y pinza balsámica. Aunque os lo recomienden, no lo pidáis. Actualmente tenemos muchísimos japos como para ir a un español a pedir. Dejemos al Cesar lo que es del Cesar.
Ensaladilla de anguila ahumada, mahonesa cítrica y aceitunas. Aceptable.
Foto del lugar:









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