Fiel de fechos

Es un restaurante que lleva abierto poco más de un mes y eso se nota.

La decoración me encanta, es como un circo que te tienes que fijar en cada esquina porque es espectaular. Los cocktails también son muy originales, pero aquí se acaba la historia.

La comida no destaca en nada, se mantiene en una línea uniforme en la que no vas a comer mal pero tampoco te deslumbra.

Hay que tener en cuenta que lleva un mes abierto, se tienen que asentar, ver que cosas funcionan e ir cambiando. Os recomiendo ir en noviembre para que esté todo más asentado.

El servicio si me llamó la atención pero de lo malo que fue por parte de la camarera Estela. Esta camarera, fue una impresentable ya que para una cosa tan sencilla como traer unos cafés, tuvimos que esperar casi una hora para que trajesen un café solo porque se le había olvidado y, cuando por fin lo traen, lo deja en la mesa con cara de asco y con mala forma.

Tuvimos que pedir a 4 camareros que por favor si nos lo podían traer y todos decían que sí como a los tontos y pasaban.

Sinceramente, creo que es un sitio que deberían cuidar al servicio porque pasa de ser una comida entretenida, diferente y agradable a una desesperación por poder pedir agua o un simple café.

- Conjunto: 3/5
- Precio/ calidad: 3,5/5
- Calidad/ producto: 3/5
- Lugar/ decoración: 4,5/5
- Servicio: 0/5

Ticket de carrillera. Tacos de carrillera de cerdo desmigadas como guacamole, chutney de mango y cebolla encurtida. Para no ser un mejicano estaban muy buenos.


Pan(da) bao de panceta con cebolla encurtida y mayonesa de chipotle. Un trozo de grasa sobre un pan bao.

La grandiosa tortilla. Patatas pochadas, parmentiere de trufa, huevo a baja temperatura y cebolla crujiente. Bastante rico. Un plato que no falta en los restaurantes de este estilo.



La ensaladilla del circo ruso. Marisco con mayonesa de pimentón y carpaccio de pulpo. Muy buena.



Aperitivo de la casa. Tartar de salchichón. De lo mejor de la comida.


Saams de pollo crujiente: lechuga, pollo crujiente, mayonesa de trufa y picadillo de encurtidos. No valía nada. Un pollo frito.

Costillas acomodadas en brioche.brioche con costillas domadas a baja temperatura desmigadlas acompañadas de pizarra y salsa de maíz. El contenido estaba bueno, pero el brioche me lo esperaba mejor y era demasiado pan.

Risotto de los hermanos puntalette. Acompañado de trufa, pato, queso manchego, setas y cebolla negra. No valía nada ni sabía a nada de lo que “dice” que tenía. 


Tiramisu expreso de cacahuete culminado con cacahuetes garrapiñados. Muy bueno, pero algo escaso el sabor del mascarpone.


Fotos del lugar:






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