Embajada de embajadores

 Restaurante situado en la zona de Lavapiés en Embajadores. 

Es un restaurante castizo auténtico de Madrid. Toda la decoración y el emplatado van en sintonía con la esencia que quieren transmitir. 

La comida está riquísima, respetando al 100% el producto y una carta con los platos típicos españoles. 

Lo que más nos gustó fue el bocadillo de oreja, una cosa tan sencilla y a la vez tan rico, nos dejó fascinados. 

Creo que ir por la mañana a dar un paseo por la zona y terminar después en la embajada de embajadores con un vermú o una sangría junto con un par de tapas puede ser un plan de fin de semana estupendo. 

Si tuviese que sacarle una pega, aunque tampoco lo considero un contra pero es por ser tiquismiquis, dentro no atienden en mesa. Aunque en este restaurante tampoco importa.

- Conjunto: 5/5
- Precio/ calidad: 5/5
- Calidad/ producto: 5/5
- Lugar/ decoración: 5/5
- Servicio: 4,75/5

- La milanesa. Ternera gallega con tomates cherry salteadla, rúcula y parmessano. ESPECTACULAR. La ternera era fina, nada venosa ni aceitosa. Perfectamente empanado.

-  Bocadillo de oreja y salsa brava. Si os gustan las orejas es OBLIGATORIO. 

- Migas. Pedimos una tapa de migas porque las hacen ellos, puras caseras. Os recomiendo que sea una tapa porque si no os quedáis sin probar más cosas. 

- Sangria. Riquísima.

- Pincho de tortilla clásico. De los mejores de Madrid. 

- Croquetas de setas. De las que se te deshacen en la boca con sabor increíble.

- Mollejas a la plancha. Riquísimas.

-  El bombón del embajador. Croqueta dos chocolates con cobertura de pistacho y sémola de trigo. Perfecto para terminar esta increíble comida.